El
ajolote o axolote, debido a su neotenia, evoluciona irregularmente en los
ritmos de metamorfosis del estado larvario; esto quiere decir que cada uno evoluciona
a un ritmo, por lo que el punto crítico de edad propia de la madurez
fisiológica nunca es el mismo en todos los individuos. Curiosamente, el ajolote
ha desarrollado la capacidad de madurar sexualmente y reproducirse conservando
el estado larvario o la mayoría de sus aspectos.
Algunos individuos alcanzan la madurez, pero de manera irregular, por lo que,
en libertad, es corriente la morfología del ajolote larvario o semi-larvario,
de color más claro; estos ejemplares tienen la cola aplanada lateralmente y de
gran longitud, casi la mitad del cuerpo del animal. En la parte superior hay un
pliegue dorsal o cresta que va aumentando de tamaño conforme se acerca a la
cola. Las extremidades son de aspecto frágil y quebradizo. En los ejemplares
albinos y albinos parciales se pueden observar los huesos transparentándose a
través de la fina piel. Tienen 4 dedos en las patas delanteras y 5 en las
traseras. Por lo general son de color parduzco oscuro con pequeñas manchas
blanquecinas de gran eficacia mimética, pues lo hacen confundir con las
piedras. Los ejemplares de colores claros, tienen manchas brillantes, que le
dan gran belleza estética.
En su etapa adulta puede medir entre 25 y 30 cm.
En laboratorio su esperanza de vida es de 5 a 6 años, sin embargo, algunos
animales viven hasta 10 o 15 años. La mayoría de los animales de laboratorio
mueren poco después de la metamorfosis
No mudan la piel al contrario de lo que les pasa a las salamandras y otros
anfibios metamorfoseados.
Parece ser que en la mitología azteca el ajolote, cuyo nombre significa
monstruo acuático, tiene mención. Así pues tenemos que es la advocación
acuática del dios Xólotl, de donde provino su nombre. Hermano de Quetzalcóatl y
monstruoso a causa del nacimiento gemelar, Xolotl se encuentra asociado a la
idea del movimiento y de la vida, de acuerdo con la leyenda del quinto sol. La
dualidad se manifiesta en las transformaciones a las que recurre para evitar el
sacrificio. Bernardino de Sahagún cuenta que Xolotl rehusaba la muerte, huyendo
cuando vio llegar al verdugo y ocultándose en las milpas, se convirtió en una
planta de maíz de dos cañas o ajolote (xolotl); al ser descubierto echó a
correr otra vez y se escondió en un magueyal, donde tomó la forma de una penca
doble o mejolote (de metl, maguey y xolotl). Una vez más lo halló el verdugo y
escapó de nuevo introduciéndose al agua, donde se transformó en un pez llamado
axolotl. Ésta es su última metamorfosis. Finalmente, el verdugo lo atrapó y le
dio muerte. Xolotl es un dios que le tiene miedo a la muerte, que no la acepta
y quiere escapar de ella mediante sus poderes de transformación.
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